Nuestras Máscaras de porcelana

Hoola! Hello!

En este CASI maravilloso día de Febrero quisiera compartirles un libro que, para mi fue sencillamente especial...  que sinceramente me hizo reflexionar un poco, este libro es, como lo dice el título

Nuestras máscaras de Porcelana

 Deska Montalvo

Es la Autora de este libro, la conocí en un grupo muy peculiar de bookFace... Readers ∞ (antes era un grupo para compartir gustos se convirtió en una extraña Anarquía) la autora del libro, la cual cuenta con muy pocos años como para ser una escritora muy centrada y seria ofreció que leyéramos en Pdf, sinceramente agradezco mucho haber dejado mi correo en esa publicación que no sabía que me llevaría a un espectacular libro... sin mas preámbulos aquí está el libro...

Queda claro que si tienes prejuicios no debes leer este libro, tampoco te dejes llevar por la portada; o por lo menos hasta que decidas dejar atrás tus prejuicios y abras tu mente. Este libro tiene un lindo mensaje. 

Sinopsis

«No puedes ser gay, es pecado» Dime tú, ¿qué no es pecado en esta vida? « ¿Eres prostituta? Que asquerosa eres» Al menos no robo.

Un día, no estaba soleado ni nublado, mucho menos llovía y no, tampoco era una tarde de otoño.
Dos personas cruzaron la mirada, ¡no! No se enamoraron ni mucho menos sintieron un nudo en el
estómago.

Ella pudo percibir como se sentía aquel extraño que estaba sentado en la calle apoyado de su
auto, porque ella se sentía igual.

¿Estaba llorando? Espera, los hombres no lloran. Que marica.

Ella no debía estar allí para vender su cuerpo. Que puta.

El hombre de cabellos marrones soltó unas palabras no muy alentadoras cuando la mujer fue
hasta él a vender lo único que tenía.

O eso creía.

—Eso que vendes a mí no me funciona —escupió él.

—Solo quiero hablar contigo.
 

—¿Sobre qué? ¿No vez que estoy ocupado lidiando con mi dolor?
 

Ella se recargó del auto, el joven la vio fijamente a los ojos y en un hilo de voz le dijo:
 

—Te propongo un trato.
 

Y así, una historia donde un gay y una prostituta se casan. Él para esconderse y ella para presumir lo que nunca tuvo. Alentador, ¿no crees?
 

Usaban tan buenas máscaras que un día simplemente se sintieron reales, que pena que fueran de
porcelana...

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Le agradezco muucho a la autora por autorizarme de publicar aquí el PDF